Asentado en algunos de los principios de la estética del reciclaje y del arte matérico, Carlos Llanes en Thru, indaga y aprovecha, como soporte de su obra pictórica, las posibilidades expresivas del filtro de ron -una vez que estos pierden el valor de uso para los que fueron concebidos. Las huellas que quedan en la superficie del papel, luego de someterlo al proceso de destilación de la bebida, sirven de boceto que inspira, guía y controla la intervención artística del autor. Con mirada pueril, de vidente o poeta que ve algo extraordinario dentro de la supuesta nada, emprende la búsqueda de formas distinguibles dentro de la mancha amorfa, o convierte la propia mancha amorfa en texto visual con múltiples posibilidades interpretativas.
A la vista humana, el resultado es una superficie -cubierta con manchas en tonos que se mueven entre los sepias, terrosos y grises- craquelada, agrietada, con los bordes dañados y desgarrados, en la que se percibe –a ratos- unas formas reconocibles dentro del universo real y simbólico. Algunas de estas formas nos advierten que el artista retoma una vez más el tema del paisaje, a través de soluciones abstractas como ha venido trabajando durante toda su carrera artística.
En obras como Añejo 3 se distinguen, casi espectralmente, tras un fino velo blanquecino que opaca, imágenes de árboles; o colinas en Paisaje unidas como territorio ampliado bajo la promesa de crear el paisaje sugestivo. Vista y mente entran en un estado de paz guiado por los caminos del goce retiniano. Mas, Carlos Llanes, no pretende detenerse en este espectáculo hedonista frente al paisaje reposado. Los elementos en su obra –estas formas de la naturaleza y otras que afloran como apuntes difusos, borrones, escrituras de pruebas, tachaduras o dibujos casi garabateados que superponiéndose insinúan un uso repetido del papel (Añejo 4)-, aparecen fragmentados, cual si fueran espejismos o recuerdos huidizos, íntimos y silenciosos, que hablan, con voluntad clara, del devenir inevitable del tiempo.
La selección y preparación del material, del cual se obtiene una apariencia envejecida, antigua, se hace coherente con el propio título de la serie Añejo, que en la etiquetación de botellas de ron se refiere a la edad del ron más joven o, del más viejo en otros casos, utilizado en la mezcla del proceso de elaboración. De cualquier forma, es una categoría que sugiere una calidad y un valor de costo en el mercado, y en este sentido, la obra de Llanes, se apropia de significados similares, en tanto asume lo añejo como efectivo, valioso, conveniente, declarado en la obra de arte, desde el propio momento en que libera las cualidades estéticas del material. Y digo estéticas, también en el sentido de lo bello porque las roturas y la acentuación del deterioro del papel, aparecen bajo un suave maquillaje de color, barnices y formas que se armonizan.
Ahora bien, así como estas edades declaradas en las etiquetas de ron, en ocasiones, no son más que tretas de la mercadotecnia, en Thru, también se crea una ilusión respecto a la “edad” de los filtros. Llanes enfatiza el deterioro del material con su intervención. Es posible percibir que estos desgarros en los bordes, algunas de las grietas en la superficie, y parte de las manchas notadas, son acciones deliberadas del artista, que en este caso somete el material a exposiciones físicas y ambientales que, amén de la acción pictórica, recalcan esta idea del envejecimiento en función de un discurso estético.
El percatarse de que los filtros –al ser usados tantas veces hasta agotar sus posibilidades de uso en la destilación- contienen impurezas que se alojan en el papel luego de las filtraciones, y que estas impurezas permanecen, aunque imperceptibles, en la obra terminada, nos conduce a otra vertiente de discusión en la pintura de Llanes. El artista no solo reflexiona sobre los estados de cambio y mutaciones de la materia, sino también acerca de su composición. Alude a esta mixtura en la sustancia de la cual todas las cosas están hechas, y sobre la integración y la unidad en la composición de la materia. Remarca la inexistencia de los límites entre lo puro y lo impuro, y se cuestiona la credibilidad de las nociones de lo nocivo y lo perjudicial, lo útil y lo inservible. Habla también sobre las posibilidades de revertir, bajo la acción humana, la condición de las cosas, del poder de acelerar o ralentizar los procesos de vida, o de utilidad de una entidad cualquiera. Thru, abreviatura de Through (A través de) que alude en este caso al traspaso del líquido (ron) por una superficie purificadora, nos hace pensar en ese amplio diapasón de facilidades, opciones, ofrecimientos o disposiciones que como humanos nos ha conferido la naturaleza.
Thru, es la más reciente muestra del artista Carlos Llanes, reconocido en el ámbito de las artes plásticas como un pintor de abstracciones que aborda el género del paisaje. Dicha exposición, presentada como parte del programa de las muestras colaterales emplazadas en la Cabaña, es el resultado de sus ansias de exploración y replanteamiento en el terreno artístico. El trabajo con los filtros de ron constituye una línea nueva en la obra de este creador. En esta ocasión, Llanes no solo regenera el material como medio o soporte para su discurso artístico, sino también ese ímpeto de producción creativa que los que lo conocen, creen que es ilimitado.