Arián Írsula prefiere no buscar motivos para pintar más que en su pintura, así construye imágenes que luego amplía, disecciona, fragmenta. Zooming, reciente muestra personal abierta en la galería Servando, ubicada en Playa, justamente expone resultados de una visual mantenida sobre sus propias composiciones. En otras palabras, fotografía detalles de sus trabajos que presenta después como fracciones cósmicas capturadas por el lente, los lienzos, colocados al lado, aparecen traduciendo la sensación del espacio físico desde la gestualidad informalista y el dripping, desdoblando las capas de pigmento, la superposición de texturas, en vistas telescópicas.
No es primera vez que esa delgada línea que separa al asunto pictórico de su forma, concentra la atención del artista. Símbolos inscritos en narrativas de identidad o de poder, permitieron en otra ocasión experimentar con su plasticidad, Arián aprovechaba la retórica que constituye toda imagen, deformaba su expresión material para apuntar el vacío de su contenido, re-imaginar su sentido a través de la manipulación.
Cada pieza exhibía precisamente eso, la pintura doblegando el dato físico, donde la abstracción constituía la vía idónea para tornar la búsqueda en centro del proceso creativo, plano a plano inaugurando otra escritura, intensificando sus efectos, transformando el referente en juego pictórico. Juego que en Zooming es coartada para legitimar porciones de realidad desde el cuadro mismo, solo intercambiando escalas, trastocando límites, traslapando relato y verdad, ficción y acto creativo.