Bajo el sugerente título Hablando de abstracción se presenta una distintiva exposición en la Galería Durban Segnini, -fundada en Caracas, Venezuela, en 1970 y en Miami, en 1992- la cual podrá ser apreciada a partir del 8 de julio hasta octubre, y se centra en el estudio de un interesante tópico: Las transiciones del lenguaje abstracto en el arte latinoamericano, bajo la curaduría de Dennys Matos.
La nómina de artistas está conformada por figuras antológicas del arte. El recorrido cronológico se inicia con Carmelo Arden Quin, (Uruguay, 1913 – Francia, 2010), destacado pintor y escultor, autor junto a Gyula Kosice, del Arte Madi. Le sigue Mateo Manaure (Venezuela, 1926) uno de los artistas modernos más importantes del arte de su país. Asimismo, Luisa Richter (Alemania, 1928 – Venezuela, 2015) quien en 1955 se trasladó a Venezuela, donde ejerció como profesora en el Instituto de Diseño Neumann en Caracas y desarrolló una amplia labor artística en Europa y América del Sur.
Por otra parte, César Paternosto (Argentina, 1931), destacado exponente del arte concreto en pinturas, esculturas e instalaciones; y está representado Juvenal Ravelo (Venezuela, 1932) seguidor del arte cinético, creador del proyecto «museo al aire libre» y los Módulos Cromáticos, cuyo exponente más destacado radica en la Avenida del Libertador, en Caracas.
Se le suma Carlos Rojas (Colombia, 1933 – 1997) uno de los principales artistas colombianos de los años 80. También concurre la obra de Manolo Vellojín (Colombia, 1943 – 2013) autodidacta, riguroso, disciplinado y perfeccionista, quien desarrolló por más de 50 años una obra con lenguaje abstracto sobre la arquitectura mozárabe de Barranquilla, el ritual, el dolor, la vida y la muerte, con un sello íntimo y personal.
Participa además, William Barbosa (Colombia, 1955) escultor autodidacta, quien reside desde 1975 en Venezuela. Autor que recrea con líneas, volúmenes y espacios hasta conformar sus propuestas volumétricas, que expresan su adhesión al reorganizado movimiento Madi internacional.
Dentro de este prestigioso conjunto de autores se hace notable la presencia de Flavio Garciandía (Cuba, 1954), quien reside en México. Artista paradigmático de la plástica cubana tanto en el campo de la creación como de la enseñanza artística, su filosofía del arte ha marcado a generaciones de artistas en su país natal a través de su magisterio.
En los años 70, Flavio asimiló los elementos del Hiperrealismo, convirtiéndose en un ícono de esa tendencia en Cuba; en los 80, iniciador del arte kitsch, se destacó por su incursión en las instalaciones, que resultaron innovadoras; y luego, evolucionó hacia una abstracción colorida, la que ha denominado, con alta dosis de ironía, “Nueva Abstracción Tropical”.
Su obra, exhibida internacionalmente, se encuentra en numerosas colecciones de importantes museos y colecciones particulares, así como ha recibido significativos premios y reconocimientos por su labor artística.
El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de La Habana posee una amplia colección de su producción artística, representativa de diversas etapas de su prolífera trayectoria. En las Salas Cubanas de esta importante institución cultural se exhibe Todo lo que usted necesita es amor, obra paradigmática del fotorrealismo cubano, a la cual pertenece también Retrato de Zaida; está representado también el período kitsch con su serie Refranes, así como la etapa posterior de su producción artística.
En los almacenes del MNBA, entre otras piezas importantes, está Tropicalia, presentada en su exposición personal en el Proyecto Castillo de la Fuerza (1989)-, serie de lienzos resueltos con la representación de la hoz y el martillo, -símbolos del comunismo-, junto a falos, plasmados con gran protagonismo en la escena de su iconografía política. Destacada es la presencia de El lago de los cisnes, que hace hincapié en su sentido satírico para enfrentar la existencia. De su etapa abstraccionista, Frijoles colorados, ilustra los divertidos contrastes de Garciandía entre lo cotidiano y lo sublime, así como otros importantes lienzos que enriquecen la colección.
Destacada y amplia es la nómina de obras sobre papel de este autor que el MNBA cuenta entre sus exponentes preciados, gracias a la labor de recopilación, compra, donaciones, y del aporte del propio artista, se ha enriquecido su patrimonio artístico, que expone cómo Flavio se desenvuelve con talento tanto en el lenguaje figurativo como en el abstracto; en el expresionismo como en la instalación.
En orden generacional, se incluyen además en esta muestra, obras de Emilia Sirrs (Estados Unidos, 1963), quien vive en México desde 1969. Influenciada por la cultura y riqueza de ese país, es una artista, en esencia, mexicana, que transmite con un lenguaje abstracto sus sentimientos y emociones. Trabaja con objetos y materiales reciclados que incorpora en su obra buscando el diálogo entre el objeto, las texturas y el color en pintura, instalación, escultura y grabado.
Así como Jaildo Marinho (Brasil, 1970) quien en 2004, participó en la creación del museo MADI en la zona brasileña del Sobral, considerada una gran aventura artística por ser el único movimiento que puede justificar la mitad de un siglo de existencia donde el arte y el medio ambiente son percibidos como la fusión de dos fenómenos culturales que se mezclan en la vida cotidiana.
Sin lugar a dudas, esta espléndida selección de 12 cruciales artistas, deudores del lenguaje abstracto en sus realizaciones, muestra el amplio y diverso desarrollo del arte abstracto latinoamericano mediante 33 exponentes -realizados en dibujo, pintura, técnica mixta y escultura-, los cuales permiten recorrer un amplio itinerario estético de esta corriente artística en diferentes modalidades técnicas. La excelente nómina de autores agrupa más de seis generaciones de artistas, quienes representan a Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, México, Uruguay y Venezuela, baluartes que han garantizado la permanencia de la abstracción, considerada la tendencia más utilizada en la historiografía del arte contemporáneo latinoamericano del siglo XX.