El secreto de mis cabras, exposición de Martha Jiménez abrió sus puertas, desde el 18 de octubre hasta el 10 de noviembre en el Fondo Cubano de Bienes Culturales, sita en la ciudad de Camagüey. El arte contemporáneo cubano se enriquece y enaltece con la obra pictórica de Martha Jimenez, quien esta vez nos regala una muestra de acuarelas con dibujo a tinta sobre cartulinas de similares formatos. El curador de la muestra, el especialista Yaniel Pérez Guerra, afirma que una vez más Martha Jiménez se arropa con su ingeniosidad, su vuelo artístico y el dominio del oficio, y toma en esta ocasión a las cabras como pretexto para referirse a temáticas como las relaciones interpersonales, la protección, la defensa, la timidez y el sacrificio. Ello se debe a la idea de que las cabras viven regularmente en manadas, además de haber sido domesticadas por el hombre. Por otra parte, es la muestra la alusión a estudios realizados que aseveran los sentimientos afectivos que estos animales son capaces de desarrollar.
Marcos A. Tamames en su artículo Lo cubano y yo expresa el sentir de la artista: “ Cada creador tiene una misión que cumplir, cada artista sueña una y otra vez con la obra que le legitimará en la historia del arte, pero si esa obra no encuentra un ser humano que deslumbrado quiera legarla o compartirla con otros, entonces tanto empeño está condenado al fracaso. Es preciso abrir la sensibilidad al entorno inmediato, es necesario escuchar el tiempo que nos ha tocado vivir, y saber andar por la tierra que nos acoge como hijos suyos, solo desde esta perspectiva he tropezado con lo cubano y, al mismo tiempo, con lo contemporáneo. Espero no haber defraudado con esta confesión la opinión de la crítica y la historia.
Desde aquí sé que mis obras dejan de ser tan mías cuando a ellas se aproximan otras personas”.
Admirar la obra de Martha Jiménez provoca un gran placer visual, por lo que las puertas de esta exposición personal se encuentran abiertas al público de lunes a viernes de 8 am a 5 pm. Sin dudas, es esta una muestra que los espectadores van a agradecer sobremanera, porque constituye un ejercicio comunicativo, mediante el cual las cabras exponen un contenido magistralmente abordado y porque es además la traducción del concepto, la poética surrealista y la extrema factura que cualifican el trabajo de una incesante creadora.