¡Color! ¡Qué lenguaje profundo y misterioso, el lenguaje de los sueños!
Paul Gauguin
Esteban Leyva es portador de una osadía genética que lo impulsa a transfigurar la realidad. En sus más de cuarenta años de trabajo, ha mantenido un credo inapelable y es que lo bello en su obra se tropieza con lo simbólico para irrumpir en una explosión de cromatismos. Quizás un carnaval de arlequines, quizás la luz traspuesta en los vitrales de la ciudad, quizás los peces, las figuras negras, el sol de las Antillas o las máscaras de la lejana África… Referentes que marcan el encuentro de un accionar que se resiste a los límites de lo finito.
De Fragmentaciones propone un acercamiento hacia la pintura como método de realización personal, como ese catalizador de emociones que ha sido siempre. Pero, en esta ocasión, para transportarnos hacia la magna tierra de una pintura abigarrada, preciosista, que a veces se funde con la algarabía de una fiesta, con el bullicio de una celebración y otras se traduce en la desesperación de un encuentro furtivo, en la pausa al respirar, en el desencadenamiento de dos cuerpos al fundirse en uno.
