Cuban Slugger

/ 14 julio, 2017

Reynerio Tamayo nació en Niquero, 1968, una ciudad situada en la costa sur del oriente cubano. Se trasladó con su familia a la Isla de la Juventud, donde pasó parte de su infancia. Posteriormente residió en La Habana donde comenzó sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y posteriormente en el Instituto Superior de Arte (ISA), caracterizadas por ser prestigiosas instituciones, formadoras de excelentes egresados en distintas especialidades: artes plásticas, música y artes escénicas, labor educativa que ha sido ampliamente elogiada por la crítica dado el énfasis en su pensamiento lógico, la articulación de ideas, la evaluación objetiva, el desarrollo de un sistema de conceptos estéticos y criterios en la búsqueda y adopción de un lenguaje personal que estimula la imaginación y el talento creativo usando un máximo de significados expresivos.

Tamayo es considerado un importante artista plástico contemporáneo, cuyas obras trascienden el género pictórico al ofrecernos su visión personal sobre la existencia desde una atractiva presentación estética, signada por el buen gusto, la agudeza y el sentido del humor que le caracteriza. Asume en su repertorio una diversidad de asuntos relativos al arte, la política, así como a temas sociales de impacto nacional e internacional.

Su expresión artística se caracteriza por la agudeza en el abordaje del discurso social mediante la ironía y el buen hacer de su expresión simbólica resuelta en diversos soportes. Se le reconoce como un autor hacedor de fantasías, que asume la realidad social desde la parodia, mediante el despliegue de su marcado sentido del humor.

El autor se apropia de la representación de héroes, asumidos desde la concepción del “cómic”. Asume asimismo la representación de gánsteres así como iconos históricos. La expresión de su iconografía se expresa en un discurso que muestra cuán cautivado está siempre por asumir el abordaje de diversos temas contemporáneos presentes en sus realizaciones, asumidos con agudeza y buen gusto, mediante la pintura o la escultura, así como en diversas variantes de las artes gráficas, tales como carteles o caricaturas, que le han valido distinciones y premios en su labor creativa.

Desde sus inicios, la agudeza y la ironía son características de sus exponentes. Una de sus principales características radica en su capacidad para el abordaje de diversos temas y estilos en la representación de su imaginario. Su trabajo creativo es el resultado de un periplo de gran riqueza intelectual debido a su afán por destacar importantes artistas de diferentes épocas. Manipula los conceptos y conecta su imaginario con la tradición de la idiosincrasia cubana. Asimismo a lo largo de su discurso se apropia de la obra de autores relevantes como Velázquez, Van Gogh, Goya, Magritte, Dalí, Malevich, Toulouse Lautrec, Pablo Picasso y Francis Bacon, entre otros importantes autores. De esa apropiación surgen Magritte bombín (Magritte con bombín), Huevos fritos con Francis Bacon (Huevos fritos con tocino de Francis), Radiografía de Velázquez (Una radiografía de la Velázquez), La silla de Van Gogh (La silla de Van Gogh), El morro de Toulouse (Faro de Toulouse) y Puro Mondrian (Puro Mondrian).

Otra característica que distingue la obra de Tamayo es su capacidad para poner temas e iconos que tradicionalmente llevan una pesada carga ideológica resueltos desde una marcada posición de controversia, sin correr el riesgo de que se conviertan en insípidos panfletos. Paradigmáticos resultan Martí astronauta, El Martí de todos o Martí para todos, exhibidos en San Juan, Puerto Rico, en 2006.

Sus comentarios irónicos sobre la obsesión de la guerra también han resultado de interés para el público que sigue su discurso estético. De la misma manera, este autor es responsable de crear imágenes de una Habana que vacila entre la ficción y la realidad, entre el pasado y el presente: Es una Habana misteriosa, poblada de cuentos, que son el resultado de la magia de los cuenteros cubanos que crean una atmósfera, que caracteriza a los habitantes de esa bella Isla.

Su talento para expresarse dentro de las artes gráficas le ha llevado a la creación de carteles realizados desde su tiempo de estudiante, cuando realizaba la publicidad de sus exposiciones individuales y colectivas. Ha realizado asimismo diseños para películas cubanas, que también han tenido un gran impacto, entre ellos: La estación de La Habana, Barrio Cuba, Fábula, La bicicleta, así como Fuera de liga, entre otros carteles para el cine.

Cuban Slugger es el título de su última exposición, inaugurada en el Kendall Art Center (KAC), en ocasión de la celebración del primer aniversario de la inauguración de esta galería, que se dedica a promover el arte cubano. En la muestra se podrán apreciar obras dedicadas a grandes figuras de la historia del béisbol. El autor asume magistralmente la representación de un grupo de beisboleros importantes. Ha preparado una colección dedicada a la representación de este tema de gran relevancia socio-cultural resuelta con retratos de iconos populares, entre los que se encuentran: José Fernández, Tony Pérez, “Tany”; José Dariel Abreu, “Pito”; David Ortiz, “Big Papi”; Luis Tiant, Miguel Ángel Cuellar, “Mike”; Aroldis Chapman, Orlando Hernández, “El Duke”; Tony Oliva, Livan Hernández, Antonio Pacheco, Kendry Morales, José Ariel Contreras, René Arocha , Orestes Miñoso, “Minnie”; Cristóbal Torriente, “El Bambino Cubano”; Gervasio González, “Strike”; Eustaquio Pedroso, “Bombín”, Satchel Paige, Josh Gibson, José de la Caridad Méndez, “El diamante negro”; Martín Dihigo, “El Inmortal”; Alejandro Oms, “El Caballero”; Lázaro Salazar, “El Príncipe de Belén”; Miguel Ángel González, “Mike”; Rafael Noble, “Son”; Adolfo Luque, “Papá Montero”; Ted Williams, Daniel Morejón, Edmundo Amoros, “Sandy”; Willie Mays, Roberto Clemente, Pedro Luis Lazo, Babe Ruth, Yogi Berra, Hank Aaron, Mike Trout, Yadier Molina, Iván Rodríguez, Bryce Harper, Roberto Maduro, “Bobby”; Raúl Sánchez, “Salivita”, Rey Vicente Anglada , Agustin Marquetti , Oscar Charleston , Jackie Robinson y Conrado Marrero, “Connie”, entre otros destacados peloteros.  Oportunidad especial para apreciar el arte de este valioso representante del arte contemporáneo cubano.

Hortensia Montero

Hortensia Montero

(La Habana, 1951) Master en Historia del Arte, Universidad de La Habana. Graduada de la Escuela de Museología, Museo del Louvre; de Museología General Contemporánea, Universidad París I; de Documentación y Archivo, Centro de Documentación de la UNESCO–ICOM, París. Desde 1975 es curadora de Arte Contemporáneo, MNBA. Fue Premio Anual de Investigación Cultural 2001, 2002 y 2003, Centro Juan Marinello y Premio Nacional de Curaduría, 2003 y 2006. Autora del libro Los 70: Puente para las rupturas. Profesora adjunta de la Universidad de La Habana.

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