Viajero es un término que se puede atribuir a un nutrido abanico de trashumancias e inquietudes humanas. Puede coligar el acto del explorador, la traslación del colonizador, el periplo del historiador (…); pero también, la experiencia estética y educación del criterio que se alcanza con la enseñanza del peregrinaje cultural. (…)
En el periplo hacia el Nuevo Mundo, la bahía de La Habana con su acceso cercado de imponentes fortalezas, recreada y magnificada en los grabados europeos, tuvo que ser un paraíso al viajero que llegaba de las tormentosas aguas del Atlántico. La azarosa travesía encontraba su remanso de gloria en la gran bahía de bolsa, resguardada de los vientos, que ofrecía al peregrino el panorama de una urbe volcada hacia su puerto. Al grito de tierra (…) llega a La Habana en el año 1697 un viajero que, llevado por el gusto de la honnêtes gens de su siglo, se aventura a las tierras de América en su ansia insaciable de conocer el mundo. Pocos detalles ofrece Giovanni Francesco Gemelli en el exiguo capítulo que dedica a la ciudad portuaria, por la que transita como un contable describiendo los templos y conventos (…).
Si las memorias de Gemelli fueron un éxito de la literatura de viajes y se llegaron a editar en tres idiomas, otro tipo de peregrino llegará en el transcurso del siglo xviii. (…) precediendo la toma de La Habana por los ingleses, la ciudad recibe en la segunda mitad del siglo al pintor y grabador Pierre Charles Cannot listo a registrar en el metal los aspectos significativos de la plaza en sospechosos detalles: el acceso a las fortalezas, las entradas por mar y tierra, los puntos vulnerables de su defensa. ¿Casualidad, confluencia? Estos grabados serán el antecedente directo de las series desarrolladas con el tema de la toma y ocupación de La Habana por los ingleses, basadas en los dibujos realizados en la ciudad por Dominique Serres y Elías Dunford entre 1762 y 1763. Este último, daría a la iconografía insular las primeras vistas de las plazas coloniales de la ciudad principal. Y aunque la ciudad sólo vivió once meses bajo el dominio británico, la apertura comercial y el auge económico que sobrevino al hecho histórico, atraería nuevos viajeros que ahora se expresaban en la lengua de Shakespeare.
(…) Este año (1800) será un parteaguas para la ciudad por la llegada del más ilustre de sus visitantes, el científico alemán Alexander von Humboldt. Considerado como el segundo descubridor de la Isla, Humboldt viajó acompañado del francés Aimé Bonpland (…) agasajados por las más notables familias insulares en sus excursiones rurales. Desde las azoteas del palacete de su anfitrión, determinó Humboldt la longitud exacta de la ciudad y allí, fraguó las notas que luego serían publicadas en 1807 como parte del Voyage aux regions équinoxiales du Nouveau Continent (…) La culta sociedad que lo acoge influye (…) en el aprecio especial que le merece esta colonia española, dejando noticias del aspecto físico de su naturaleza, de su clima y sus actividades económicas, sus ignotos territorios y su comercio.
Esta empatía no tendrá similar eco en los relatos de otros viajeros de inicios del siglo xix. Tanto para Francis Robert Jameson, inglés que nos visita en 1820; como para el norteamericano Abiel Abbot, quien recuperaba su salud por el año 1828 (…) hay un primer impacto religioso cuyas críticas se centran en el celibato que profesa el estado eclesiástico católico (…). Poco les interesa la ilustración que encuentran, y sí la estructura económica, cantidad de esclavos importados, ganancias anuales del comercio (…)
Abiel Abbot coincidió con un hecho trascendente en la historia habanera que fue la inauguración del Templete (…) Ya por esta época comenzaban a extenderse en La Habana los talleres litográficos introducidos por artífices franceses (…). Con ellos, llega el influjo de los libros de estampas de viaje puestos de moda por el romanticismo en Europa, y que se publican en forma de álbum con las vistas de Federico Mialhe y Eduardo Laplante, constituyéndose en guía de futuros excursionistas. Estos grabados representan un nuevo capítulo en el itinerario de la Isla profunda, caricaturada por unos, estudiada por otros, pero que, poco a poco, adquiere la fisonomía que va conformando la nacionalidad cubana. (…)