La exposición Juego de ángeles pretende conciliar el merecido homenaje a un artista relevante con un énfasis renovado por parte del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana en muestras dedicadas a la escultura cubana, expresión artística imprescindible en el contexto de la plástica contemporánea de la Isla.
La muestra (…) consta de cincuenta y cinco obras integradas por doce esculturas, diecisiete grabados y veintiséis dibujos que abarcan desde 1944 hasta 1968 (…) (casi) la totalidad de los años de fructífero trabajo creador de este artista fecundo que, lamentablemente, murió cuando su aliento innovador podía ofrecernos quizás sus obras mejores. En particular la selección del conjunto de sus esculturas puede parecer exigua en número, pero es relevante por su calidad y representatividad de los diferentes períodos por los cuales transitó el artista. La muestra se inicia con Mujer a caballo, una terracota de 1944 (…)
(…) Los aires de contemporaneidad que llegan a Cuba en los años cincuenta van a incidir en un desplazamiento de la figuración a favor de la abstracción. Esto se da de manera generalizada en la pintura, pero también la escultura oscila en esa dirección. Así encontramos en… 1953… la ejecución de una bellísima escultura, Fuga, realizada en hierro al oxiacetileno, que evidenciará los nuevos derroteros por los que transita la obra de Eugenio Rodríguez (…) afín con las intenciones estéticas de artistas como Domingo Ravenet, Roberto Estopiñán y José Antonio Díaz Peláez, entre otros.
Nuevos aires estarán presentes en la obra escultórica de Eugenio Rodríguez a partir de 1959. Es inevitable el impacto de la naciente Revolución Cubana en su quehacer artístico. Así logra una exquisita estilización de las formas en las que armoniza figuración y abstracción, propiciando una obra plena de matices y sugerencias. Así tenemos en la muestra Figura indoafrocubana (1959), Fuga (1962) y Viet Nam (1963), tres trabajos mayores en los que se expresa la plena madurez de este artista.
Otras manifestaciones plásticas no escapan a su inquietud creadora. (…) (En la muestra se aprecian) xilografías (…) influidas por el Taller de Gráfica Popular de México, hasta otras en las cuales su personalidad artística se impone ya con brillo propio como Mujer con gallo (1951), Mujer en la ventana (1952) y Desnudo (ca. 1950s) (…) también se reúnen un grupo importante de dibujos realizados sobre todo en los años sesenta, muchos de los cuales están estrechamente relacionados con su trabajo como escultor. (…)
El título de la exposición Juego de ángeles es una metáfora que indaga sobre la capacidad poética de Eugenio Rodríguez para otorgar una elegancia refinada y una iluminación renovadora a su trabajo artístico en su conjunto, y en particular a su obra como escultor, ya sea tallando o ensamblando la madera, modelando el barro o soldando el metal, concebidos todos con una honda espiritualidad, una sensibilidad muy particular y una expresión única.