El pasado 22 de mayo fue inaugurada la Duodécima Bienal de La Habana, evento que desde su fundación en 1984 se convirtió en escenario para promover la obra de los artistas del llamado Tercer Mundo. (…)
Los artistas cubanos seleccionados para la muestra oficial fueron veintisiete, los que en algunos casos se constituyen en dúos o grupos: 3stado sólido, Mauricio Abad, Vilma Bartolomé y el proyecto Espacios, Candelario, Nelda Castillo y el Teatro El ciervo encantado, Elizabet Cerviño, Humberto Díaz, Felipe Dulzaides, Omar Estrada, Fidel García, Habana Regeneración y Esterio Segura, Glenda León, Luis Enrique López Chávez, Jorge Luis Marrero, Yornel Martínez, Meira Marrero y José A. Toirac, Reinier Nande , Levi Orta, Josuhe H. Pagliery, Rodolfo Peraza, Guillermo Ramírez Malberti, Renán Rodríguez y el Proyecto Cultural Arte, Industria y Paisaje, Lázaro Saavedra, Nestor Siré, Rafael Villares, José Eduardo Yaque y Eduardo Ponjuán.1 (…) En la nómina sobresale el creciente número de jóvenes, cuestión que defendió la Bienal de La Habana desde la última década del siglo pasado, al reconocer las ideas frescas que aportaban los recién graduados del Instituto Superior de Arte. En esta edición, junto a los menores de 35 años se encuentran artistas ya consagrados, incluyendo dos premios nacionales de artes plásticas, aunque la nota dominante corresponde a los menos conocidos. (…)
Al hablar de los resultados de la Bienal, atendiendo a los propósitos que se plantearon, creo que vale subrayar el modo en que llegó a diversos espectadores al hacer uso de disímiles espacios y propiciar el intercambio en comunidades; todo ello a su vez amparado por una amplia campaña publicitaria que favoreció que el evento se convirtiera en asunto de interés para todos los públicos tanto nacionales como extranjeros. No caben dudas, esta edición no pasó desapercibida, lo que habría que entrar a debatir, para otra ocasión, es su significación como hecho artístico.
La Habana, junio de 2015
- La participación de Eduardo Ponjuán solo quedó a nivel de catálogo pues la obra no llegó a exponerse.