(…) Del fuego a las galerías emergen la textura, el ademán, la fuerza. La Fundación Caguayo para las Artes Monumentales y Aplicadas (creada en 1995) constituye un espacio en el que confían artistas consagrados y noveles. El nivel adquirido por ingenieros, fundidores y especialistas está al alcance de espacios públicos en Cuba y el exterior, a saber: Lennon en La Habana de José Villa Soberón, Colibrí libando la memoria de Esterio Segura (Colección Berland, Nueva York), el Monumento al Neg’ Mawon de Rene Corail (Le Lamentin, Martinica), el Espíritu Guerrero Venezolano de Alberto Lescay (Puerto Cabello) o las piezas de Marta Jiménez en la Plaza del Carmen en Camagüey.
(…) La Fundación asienta su estilo de trabajo en proyectos viables y sostenibles. Ha propiciado muestras de artistas como Belkis Ayón, Alfredo G. Rostgaard, Nelson Domínguez, Mario Trenard, Rene Valdes, Agustin Drake, Arturo Montoto y el escultor espanol Antonio Grediaga —quien expuso en 2005 sus esculturas de hierro macizo en la Alameda Michelsen, frente a la bahía santiaguera—, entre otros.
(…) La Fundación Caguayo ha revestido sus ideas con la misma durabilidad del bronce. Alberto Lescay, su gestor y presidente, nos descubre los componentes del crisol: “Hemos tratado de conquistar a personas capaces de convertir el sueño del otro en su propio sueño y de crearse un espacio para los suyos. La Fundación ha logrado insertarse con su trabajo en el entramado de instituciones culturales del país y es, sobre todo, un proyecto vivo.”